Marqués de la Católica, Maestre de Campo de los tercios españoles, s XVII

Mattia PRETI (Taverna, 1613 - Malta, 1699)
- Óleo sobre lienzo -
197 x 98 cm

Retrato lleno de fuerza del Marqués de la Católica, sin duda uno de los de mayor calidad entre los que integran la serie de retratos de militares y Maestres de Campo que constituyen el núcleo fundamental de la colección de pintura antigua del Senado. Como la mayor parte de los cuadros de este conjunto perteneció al Marqués de Leganés, y debe de ser, como asegura Pérez Sánchez, el retrato atribuido al calabrés citado en el inventario de Leganés, efectuado en 1655, lo que permite fechar este lienzo algunos años antes. La pintura posee la concepción realista y la factura jugosa que caracterizan el estilo del pintor citado. Mattia Preti, conocido como el calabrés por su nacimiento en una pequeña localidad de esta región italiana, desarrolló su actividad fundamentalmente en la segunda mitad del siglo XVII, en contacto con el foco romano y con el napolitano, donde recibió la importante influencia de Luca Giordano. Según fuentes de la época trabajó con frecuencia para clientes españoles y en algunas se apunta la posibilidad de que quizá llegó a realizar un viaje a España. Vivió en la isla de malta desde 1660 hasta su muerte trabajando para la Orden de Malta, de la cual fue hecho caballero.

Los datos conocidos sobre la historia de este cuadro permiten suponer que los restantes Maestres de Campo de la colección del Senado tuvieron un origen y trayectoria similares, aunque no todos aparecen citados con precisión en el inventario de Leganés. Es probable que este ilustre militar español, gran amante de la pintura, incorporara a su colección una serie de retratos de militares que defendieron los intereses de España en Italia, al igual que él hizo como virrey de Milán desde 1635 a 1640, o en Flandes donde fue gobernador. Quizá quiso tener en alguna de sus residencias una galería de retratos formada por las imágenes de oficiales que estuvieron a su mando, creando un conjunto similar a las series dinásticas o familiares tan habituales en la España del siglo XVII. En él, al parecer, figuraba también su propio retrato, incluido en el catálogo de la colección Madrazo como obra de Anton Van Dyck. La mayor parte de la colección de Leganés pasó a sus descendientes los Condes de Altamira, a quienes adquirió los cuadros de los Maestres de Campo el pintor José de Madrazo, según él mismo confiesa en el catálogo de su colección publicado en 1856. Ese conjunto de obras pasó posteriormente a poder del Marqués de Salamanca, a quién se las compró el Senado en 1883.

Entre ellas destaca la que ahora nos ocupa, tanto por la calidad técnica de su ejecución como por la importancia concedida al personaje, el único de todo el conjunto que aparece tocado con un amplio sombrero negro, ornado con encarnadas plumas. La monumental figura se define con gran intensidad plástica sobre un oscuro fondo, con el que contrasta el rico recamado en oro del traje, la viveza del color rojo de la faja y la blancura del encaje de la valona. Su mano izquierda se apoya sobre la empuñadura de la espada, que cuelga del tahalí que cruzas su pecho, mientras la derecha sostiene un bastón de mando. Sin embargo éste no se aprecia en su totalidad, cortado por el borde derecho del lienzo, al igual que las plumas del sombrero, lo que hace suponer que el retrato ha visto modificadas sus dimensiones originales, quizá por problemas de conservación. De hecho cuando se le cita en el catálogo de la colección Madrazo sus dimensiones eran de 1, 18 por 1,11 metros, algo mayores que las actuales, con las que ya aparece en el texto de Avilés de 1903. (Texto de Trinidad de Antonio, dentro del libro "El Arte en el Senado", editado por el Senado, Madrid, 1999, págs. 48 y 49).